PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE CÉSAR SECO Parte 3
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Al fin y al cabo

Toma este manojo de mentiras
así se hará con esta noche
de retos en esta ciudad
que no amo
al fin y al cabo
las mentiras las noches y la ciudad
desaparecerán
como el viento
sólo tú y yo sobreviviremos
para recomenzar la historia
toma este manojo dementitas
tómalo
y te darás cuenta
de que
en verdad
te amo
de verdad.













Poema del colesterol


Como todo en la vida
hay un colesterol bueno y uno malo.

Pero sólo uno es noticia.
La prensa lo cita como un criminal de moda.

Las arterias envejecen con la grasa de sus besos.
El corazón se tarda ante la densidad de sus maneras.

Dicen que para vencerlo basta con caminar hacia el sol
comer con la boca cerrada
llorar ante la mantequilla
hacer flexiones de pudor
sudar los domingos.

Dicen que hace fiestas ruidosas en la sangre
compras nerviosas en el hígado
saqueos en la felicidad.

Dicen que te mata con mucha muerte.

Así el amor.
Hay uno bueno y uno malo.
Pero sólo uno es turbulencia.

En la próxima entrega : los triglicéridos.
Esa otra forma de la nostalgia.

de El amor tóxico.














De la casa de los afligidos

(Fragmento)

I

A la esperanza
F. Hölderlin

Tú que no desdeñas la casa de los afligidos

¿Adónde me conduces?

Ya aletean en mí la noche y el jazmín

Privada ya de cánticos me ocupa el pecho el corazón

En la calma te busco

O cuando en alto viento arden los corazones traspasados

Y el brillo de la vida en la vida afiebra los tulipanes

En la calma te busco

En la calma te busco

Sujétame el corazón

Ampárame

En la calma te busco

Privada ya de cánticos el alma se desplaza

El silencio arrastra el aire

En casa de los afligidos

Íngrima amanece la flor

En casa de los afligidos!
...



XVI

Tengo un punto donde el mar me habla
Le permito el acceso a algunos amigos
Él me dice a quien quiere conocer
Siempre tiene algo para ellos
Se abre por completo
Es la puerta del mar

Carirubana
Carirubana
Noches de vueltas que enredan mi cabello
En este punto concéntrico
Me habla me toca
Le hablo lo escucho
Me dice

Le he llevado rosas
Rojas son sus preferidas
Le he ofrendado
Se hizo cómplice del amado
Me susurra al oído
Tócame tócame
Con tus ojos
Con tu boca
Con tu aliento
Tu pelo
Tócame
Tócame
Con tu amor

de Rosa Diligente, 2006.









Voces


Digo poesía
y ya estoy solo
Crece la sombra de las cosas
en donde quiero estar
Me inicio o me suspendo
en los ruidos del mundo
Los otros se alejan porque se hace tarde
y, deste atrás,
en el descuido de los que se retardan
cuando va allover
escucho voces cálidas
de nuestros dás muertos.











*



El que sueña y el que habla no es el mismo
El que sueña desbroza de malezas y malicia
El cuerpo nuevo de su mujer
Se dice:
Esta mujer es mi alimento
Mi plegaria de la tarde
Mi taza pintada de azufre y carbón
Ella, entre tanto, cuece su alma
En esa pócima de amor
Que guarda
En la magia terrible de sus piernas

de Todo indicio de ti, 2008



















Si me permites


Si me permites
no te llamaré por tu nombre,
procuraré otros atajos
que me sepan conducir
al sitio donde las palabras amanecen,
al recodo donde las historias
se reconocen inútiles
y el azar pacta
a riesgo de sus mejores apuestas.

Si me permites
te desearé simplemente
como si invocara la lluvia
en la estación más seca,
aquélla que queda
sin balbuceos
más allá de la aridez
del recuerdo
de lo que no fue.

Si me permites,
si hay un lugar donde yo pueda,
me haré cómplice en tu piel
y como un devoto feligrés,
fiel a los caprichos del deseo
te haré mía sin nombres
sin palabras, sin promesas.




_0_


El Amor no ha sido confiscado
El Amor
El Amor
Anda libre por las calles
Desde las Iglesias se derrama
Y por la ciudad se pasea incógnito
El Amor París
El Amor
Digo Romeo
Digo Julieta
Digo Lady Marian
Digo Robin Hood
Digo Margarita Gautier
Digo Armando Duval
El Amor
L`Amour
Le Glamour.








Carta abierta para lo más tuyo de un verbo destruido, pero nunca derrotado


«Váyase con su país, con su amigos»
me decía desde las últimas arenas
de un desierto que entorpece las neuronas
pero uso esta más cerca del país de los amigos
no de la novia
que le pide medir el tiempo entre
el atol de la abuela
y una tranquilidad que
a fuerza de reclamos se convierte en cacareo
y resulta que uno tiene una novia
tan bella, tan simple, tan ahistórica
que le gustan las novelas rosa
donde nadie hace el amor
Y manipula con su candidez e inocencia
para alargar el aburrimiento de las tardes.
Pero ella no tiene la culpa, tan bella
tan dulce, tan pequeña burguesa
tan colegio de monjas
y yo monstruo antropotírrico
caribe deseoso corporal
que me reto me exijo
porque soy calle de muchos vientos
habitante de oscuros callejones
donde el vicio muestra otras enseñanzas otros
códigos
...





III


Nudo en labio ebrio
humedad y fuego
en la danza festiva de la noche.

Sol con rostro de aguas
habita tus ojos
de animal de verano.

Labio suelta sus nudos
y la ebriedad navega
entre el río
y las piedras.


de Labio ebrio, 1998.














Poética


De pronto la boca del poeta se cuaja de larvas.
Tanta es su levedad.

Hay que extraerlas una a una,
para que el poema revierta su cauce,
para la vorágine de las calmas heridas.

Han sido muchos los gritos acuclillados,
la índole curva de las exequias.

La frente queda en tierra.
La felicidad es una filiación no tan diurna.

Al enraizar el último fortunio,
habrá que talar el poema que obligue,
como diente, trance voraz.

El poema crecerá en su propio perdón.
Dirá cruces, empeños, viajes. A ras de cierta esclavitud.

¿Y el dolor?
¿Habrá que recuperarlo para que el libro crezca en el libro?
¿Para los tajos de la futura lágrima?



(Del libro Verbos predadores, 2007)

Ruiseñor negro


Cuando entendí que John Milton reía,
tomé, entre los caballos,
aquellas prendas de fiesta
que el poeta amaba.
No entendía la mirada del ave,
repleta de ramas doradas.
Edén, donde nacía el ruiseñor negro,
recordaba la voz de Milton.
Procuré escuchar entonces
los gritos del pequeño pájaro.
Subí hasta Manley
y los árboles, aquellos sauces negros,
lloraron.
Entendí la suerte del marino
y su muerte.
Crecían, por aquellos días, nueces verdes
sobre el monte Korzenowski.
Quise hallar a Mandela, un viejo amigo,
enterrado entre ruinas
y frescos graciosos.

Supe quién reía en la habitación
y dónde nacían las paredes rojas.
Emprendí tu búsqueda
y recordé el adagio de Sir Thomas Browne:
“Ningún hombre nace sin tierra.
Muere en ella.
Jamás fenece en una isla”
1965

Textos del libro New York (1992) Caracas: Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela.







Poemas


Ahora más que nunca se esconde la belleza

cobriza, enlutada entre retazos de tafetán

promiscua, puntiaguda, desconfiada

arcando la carne con el gesto
contra las luces tenues en todo escenario
que se traga los egos

A ratos viene a bailar en la palma de la mano

cava un designio o se amarra a una estrella fugaz
una sola vez en esta vida

acróbata silente
que por la tarde cuelga la guadaña.





















En todas las casas



En todas las casas
siempre habitará un poeta
con una hermana (que no es poeta)
que le dirá
que escriba una biografía
sobre su familia.
En todas las casas
habitará una poeta
-loca además-
como aquellas que sostienen
a duras penas
sus propias biografías desdeñables:
Ellas avizoran pasados autistas
mujeres que dicen palabras soeces
dan tumbos a medianoche.
En todas las casas
habitará un primo lejano
-que vive en otro país-
y que busca (en inglés)
la génesis de la familia.
Conoció, hace años
a esta pariente esquizoide
(tan callada, tan lejana -dijo-)
(So quiet, So Withdraw)
No la reconoció en su última foto.
(lucía tan diferente)
(She looked so different,
so atractive, so outlocked)
En todas las casas
habitará una hermana poeta
-loca además-
que busca su propia desdeñable
génesis
(aquella que ya conocemos)
En todas las casas
habitará una hermana
que le pedirá a su hermana poeta
que escriba la historia
de la familia
Esta poeta (loca de la casa)
pasará a formar parte de esta saga
el día en que deje el teléfono
desconectado
en el filo de la madrugada.

*

La poesía

No es de quien la posee

Sino de quien la necesita

Poeta no es más que el trasiego

Mucho más que el gato miope que arañó escrituras



Poeta es el que pide y el que da…

Poeta es el arduo verano de este sexo



De este gran sexo abierto y trasnochado

Por todos sus hijos

Que le hicieron creer que era verano...



Para bajar faltriqueras en el cine

Adorar falos y penumbras

Bien sea egoísmos…











(el crítico)


desde el sillón voltaire
-profesional-
defenestró
líricas carreras ascendentes

siempre fueron las ventanas su obsesión
sin el vacío de las casas
donde habita el poema

no halló qué hacer
con el vacío del poeta

escribió esto
arrellanado en su sillón
para que la gente viera lo otro

así era él por dentro:
de fechas fichas movimientos
escuelas tendencias ismos lleno

como entendía todo
impidió a poca gente leer mala poesía
y lo que es peor (gracias a dios)
a muchos, escribirla por temor a la academia






La hoyada


Un lugar así no te detiene
temblando

pero ha venido esa excitación a tu carne
y la necesidad

de cerrar los ojos
para recordar

cerrarse
para no ver

los cuerpos que se abrazan en sus besos

sabes del ritmo de tu apetencia:
la dura contracción de tu vacío

pero tu instante es breve

pueden asaltarte
una voz se acerca con la mano extendida

la multitud no se apacigua por tu deseo...




Indigente


Al morir la tarde
algunos cumplen con la rutina
de regresar a su nido después del trabajo.
Otros deciden deambular por las calles
miran las vidrieras
y entran a un bar.
Quienes intentan descubrir nuevos rincones
toman el autobús que los pasea
por esta ciudad aburrida
buscan el alma gemela
que traduzca esa ansiedad de encontrase.
También está quien abandona un sitio para irse a otro
bien por pasión o bien por dinero
y siguen sin descanso
hasta que los aturde el cansancio.
Van los amantes sigilosos que son fieles en la noche.
Vienen de la mano los amorosos que son fieles en el día.
están los que salen a flote de la plaza,
de la tienda, de la casa,
de la iglesia, de la nada...

de la La mirada impía, 2004


La llama


He construido una casa que no puedo habitar

Me suele suceder
la he abandonado antes,
sobretodo en los crepúsculos

Una partida parca al hilarante sueño del regreso

Talante es lo preciso

Para ello se necesita el agujero lejano de una pared fría
Donde solíamos recostar todo el cuerpo
Escuchar las voces de la casa
Abandonadas al fuego de la reminiscencia

Sé de lo iracundo
Cuando la llave proscrita asemeja la herrumbre
de un ancla
Y me sumerjo en procura del sueño...




Poeta en estado de emergencia


El poeta solía hacer grandes cosas
con sus manos, con su voz.
Era un gran constructor,
pintaba ríos y ponía una brújula
en los paisajes,
su oficio preferido
era pensar en las mujeres,
confundía sus piernas
con colmillos de elefantes,
el poeta pintaba sus sueños
y siempre venía el verbo a él manso,
luminoso y todo el universo
se unía en un aliento,
en una carta donde él daba cuenta
de las grandes carencias de los demás hombres.
Ahora, después de muchos años,
el poeta cabalga porque es jinete insomne
y se lamenta de sus dolencias,
sin embargo nada ha cambiado,
de su palabra salen grandes inventos,
es decir, dioses, fuegos, dudas y canciones.
Es un pirómano con las palabras.
El poeta no cree en lo que ve, por eso
lleva siempre un farol entre sus manos
y toca la realidad como para salir de dudas.

de Ciudad sumergida, México, 1997.















Oración del carnicero


Señor, lame nuestros cuchillos,
ensaliva las costillas y las vértebras.
Que estos tajones en la res
sean ranuras para llegar hasta ti.
Que la jifa no atraiga a las hienas,
y que los ganchos no hieran a los aprendices.
Diluye con tu lluvia toda la sangre que avanza,
lenta, espesa, por debajo de las puertas.
No dejes que los pellejos
sean vendidos a los traficantes,
ni dejes que nadie alce los fémures
de los que se han sacrificado.
Míranos a través de los ojos desorbitados de los bueyes.
Que la luz exangüe de nuestra única bombilla
ilumine tu escondrijo, entre venas, nervios
y tendones. Señor, deja que nos ensañemos esmeradamente
hasta llegar al suculento blanco de tus huesos
y que sienta tu presencia
en las manchas de los delantales o debajo de las uñas.
Bendice lo que queda, este banquete para perros,
moscas y zamuros, Señor, bendice lo más puro.
Y refrigera en tu silencio
toda la carne que amamos

de Paso en falso, 2004















Death now


la solitaria mosca que está parada encima de una copa
viene de lejos/
de otros
manteles sucios,
conoce otros cadáveres;
en sus ojos ve uno cien restos de carne
de tantos platos de cartón/por donde anduvo
en la pampa (y en
/Lima),
como si sostuviera en ellos un poco de comida
por si acaso no consigue
en el nuevo paraje;
salió de noche del primer país,
¿no es también ligeramente oscura su mirada?;
cuánto debió viajar antes de finalmente/detenerse
sobre una vaca/y sobre aquel alambre
lleno de sangre
(lleno de pelos);
igual estuvo sobre un hombre muerto
/eso de allí es un campo abandonado,
/una mujer sola cuatro hijos;
la mosca ha jamado todas las vísceras de todas las morgues;
se ha regodeado en todos los museos
y conoce
las mejores narices;
ninguna corbata se le ha resistido;
ha estado en todas partes
(la mosca/bicha)
como un dios llamado para/la absolución final;

pongámonos en fila,
mostremos las llagas,
que la mosca se apiade de nosotros,

una piel blanda,
una vida triste,
unos pocos cabellos

*

Yo, mujer del poeta,
llego a la madrugada
tambaleando mi cuerpo y mis
pobres palabras.

Camino hacia el abismo, espío
cuadernos,
husmeo entre la ropa ajena
el propio exceso,
y en mi delirio pido
que él aflore todo
fuera del alcohol, la noche
y las pobres palabras.


de Dominio Oscuro, 2007
























Las mujeres y el amor


a Max Resto

El amor
es una carrera indetenible
entre dos
(o más)
El primero en llegar
pierde.

Las mujeres y la guerra
Lo máximo que se puede pedir
a una mujer hermosa
es una mirada
Lo demás se toma por asalto.

Las mujeres y la filosofía
Siempre es igual
Uno propone un amor platónico
y ellas responden con un odio aristotélico.













Notas para el domingo


Con elegante salto
entras al domingo

permaneces sometida
a las calladas cosas que te rodean

recuerdas otras tardes
en que entraban el sueño
tumultuosos
encendidos por el desorden del placer
y bebes con avidez el agua amarga de tu siesta

dejas la ebriedad para el recuerdo
y sales de su espacio
permaneces inmóvil
contemplando esta ciudad hostil
maldiciendo su nombre

su cuerpo tibio
y su rostro arrasado te dice adiós
con una determinación que ignorabas


del libro de poemas SERENA



















Poemas Sueltos

1

Yo quise agotarte
y tener un cruce contigo:
tú eras el allí.

Oí bajo tu blanca blusa
los tañidos que provenían
desde el fondo.

Lo maravilloso
no fue tanto escucharlos
como cerrar los ojos
para que nos ganase
el ronco temblor.

El sol
dejó de salir por el este
y los tontos
buscaban en vano
una explicación.

Ellos decían
que lo maravilloso
se arrollaba en sus pantalones.

La trampa fue tendida
en la telaraña de la noche
y la fascinación
tornó en viejos
a los avezados jóvenes
que rehuían las penas.

Diario apocrifo de Adán

*
Comí del Arbol del Conocimiento y ahora estoy aquí, condenado en el Infierno, fuera del Jardín que ha sido cerrado por Dios hasta próximo aviso. Todavía como del Fruto y Eva me sigue tentando. Fue ella quien se dio cuenta de nuestra desnudez, pero tuvo flojera de hacerse un taparrabo. Avergonzado tomé unas hojas de la Higuera y me tapé los ojos para no verla. Fue así como volví a caer en la tentación.





































(Miguel y aquellos pájaros)





Miguel
murió de un pájaro
en sus besos
y fue tan seco el cielo
tan ráfaga la sangre
que dormido
quedó de un aletazo
(a la memoria de mi hermano
José Miguel Román Orozco)
(rumores de telarañas)

tiempo ha
que reconozco la letra temblorosa
de quienes sienten sangre
en mi voz
y saben
que dentro de este reloj espantan













A diez años de la vaguada


expuestos a los ojos de todos
los restos delatan

en el ataúd seco
cada pie hunde un poco de nosotros

palabras sin escaparate
gimen en la frescura del viento

cruje el corazón blandamente
mientras alguien reza culpas inventadas
y un perro orina

la lepra de la soledad
vive bajo estas piedras
y un centinela
verifica segundo a segundo
donde van a morir las mariposas

escucha
hay una sombra que todo lo cubre a plena luz
una pavura de sonidos oxidados
una carga de esencias descompuestas

hay un estampido de madera fresca en la marea
un grito pegajoso sin reposo

aquí
se desnuda en la sal y la gaviota
la palabra que nunca bastará
donde el agua atropella
y la llama es estéril ...



El viejo púgil


El viejo púgil,
en su desamparo
sintió las semillas
recogidas en el desierto,
bailoteó
y retrocedió mareado.

(Soltó los guijarros y hojeó
el álbum
de sus grandes glorias,
los rounds de sombra con la vida,
cejas, ríos pulverizados,
salones dejados atrás,
trofeos cubiertos por el polvo,
orejas, cicatrices del alba)

Perdido el equilibrio
el viejo púgil dobló las piernas
y cayó sin querer nada
a no ser apoyarse en una cuerda
y esperar la cuenta regresiva.

Míos fueron aquellos predios,
las aves que habitaron bajo su luz,
el río donde apostamos telas, especias
y mujeres.
Mío fue el rostro y el tesoro
de los despreciados al caer la tarde,
el escalofrío en las noches,
cierta locura producida por el aroma
de los licores y los juegos de azar,
la llave de los tahúres,
el llanto y la canción de Tebas,
el vino derramado en sus bacanales.
Mío fue el linaje de los tramposos
y los poetas que amanecieron ebrios
y amados por las putas de la ciudad.

de Ruídos del iniciado






*

No es ni lunes ni domingo.
No es de noche
Y parece que todo el tiempo está en ti,
En el disparo del flechero que te apunta


de Remero del Adiós, 1996
















*

Si traduces
del chino al húngaro
debe sonar como en francés

Si traduces
del croata al hebreo
debe sonar como en francés

Si traduces
del finés al árabe
debe sobar como en francés
Asegúrate
de que no haya traición
en la traducción

Si el original dijera
"arrojarse"
la traducción dirá
"inclinarse"

...







Con el designio soberano


Con el designio soberano, expresamente consentido de la desposesión. Nada ni nadie debe prohibirnos hoy el deseo de no adueñarnos de nada. Ningún rechazo puede sernos más favorable. Ningún rechazo es tan necesario para afirmar lo humano sin condiciones; para que se nos devuelva el poder de celebrar como por primera vez.

La mano que toma y da la cayena puede empuñar un arma y dar muerte en el instante supremo para que, María, nada de lo real pueda ser humillado. Es la misma mano: no puede ignorarlo. No puede ignorarse como dadora.

La putrefacta adulancia siempre en su lugar: su pretensión de abajarlo todo. No dejar que se salga con la suya: no dejarla respirar, no dejarnos. Emboscarla, sorprenderla, en lo visible y en lo invisible. No darle tregua. (Desechar falsos optimismos: se trata de un combate interminable. Importa, sobre todo, que su sentido no se pierda; que se revitalice y se renueve en cada combatiente. Restablecer, en nosotros, el tiempo en que nada sabíamos de ella. Florecer en un desprecio ardiente y tenaz hacia la muy falsaria).

Pertenecer a un Pueblo de nadadoras y nadadores contra la corriente, ¿acaso cabe más alto honor? Merecerlo. Curtiéndose sin cesar en la humildad.

....



*


Si mis ojos tuvieran memoria
traerían de vuelta
todas las imágenes de la locura

un gato negro y gordo
lee el periódico junto a mi cama
un pez ciego en el abismo
recuerda una luz que nunca ha visto
un asno que se aburre
al borde de la carretera

Si los espejos tuvieran memoria
preferirían no mostrar reflejo alguno
si acaso los rezos en el cuarto de las ánimas
donde una llama se extingue exhausta de tanta oscuridad

Ha sido largo el trayecto de regreso
y aún hay pasos por recoger

Mucho antes de que nacieran las palabras
la vida había perdido sentido

Yo hice el fuego
y ahora el frío lo invade todo

detrás del espejo se oculta la locura
atemorizada

Date la vuelta y cierra los ojos
mañana será otro día
o tal vez el mismo

todavía tengo diez años
y todo el miedo acumulado en la garganta


de Ocurre a diario



Al fin sola


Todos los hombres
me han deseado
lo mejor
con otro.
Miro desde la barrera
el abanico entrecerrado de sus barajas,
distingo poca cosa:
la borrosa silueta de un rey, oculta
la vana multiplicidad del cinco de corazones.
Ningún arcano mayor,
ninguna apuesta.
Vendo esta Casa VII,
se la vendo por dos reales.
Mi suerte no está en juego.
Está sólo escrita, echada
a llorar,
cumpliéndose.
Lo que ha de ser
ya Hera.
Entonces, recuerdo la sentencia de mi madre:
hija, las desgracias no vienen solas,
las precede un hombre


de Honra de sierva, 2003



Como kafka


Mi padre prometió volver antes de la lluvia; su silueta
rápidamente se hermanó con la circundante penumbra,
dejándonos un angustiante pesar en las miradas.

Murió a unos cuantos pasos de la otra orilla del río.
La irritada corriente o la tumultuosa melancolía, allanaron su
apego al cumplimiento de la promesa, al abrazo satisfecho, al
calor y la luz de los candelabros en la casa; como los otros,
prefirió morir a volver con nosotros, que siempre lo
esperamos de vuelta.

Sé que una noche de estas, antes de mayo, antes de la lluvia
incluso, me tocará hacer la misma promesa.

Ya las sombras me esperan, las piedras en el río tararean la
vieja canción de los condenados.











Ebriedad


Si en mi ser un artefacto de uso un bledo mi mente
un arrecife edificara y las horas de cordura testigo de
(ebriedades fueran
si mis manos construyeran el más precioso trueno
(yo mi piel suave
como respiros de ballena mi no memoria que del
(vientre yo recién nacida
tuétano inconsulto riego de los dioses flora En mi
(silente espera de lágrima
ensordecedora iría a meditar con los delfines de mi padre
¿vale un peso
un real tu semen ciego? Yo a fiel, la traicionera he de
(regar tu nombre
por mis campos Sí y al sol dar esta ofrenda un
(vago rastro
del acento que me has dado Tú mi padre muerto
(entre mis sueños presentido
espejo de mi cal abierta al mundo rojo en mi memoria
bloque de siniestro hielo







Levedad


Piernas entrelazadas en un sueño.

¿Quién conoce
las sábanas de un muerto,
el alivio del agua,
su mano arrugada en la angustia?

¿Quién siente el escalofrío en su cuello?

Una madrugada de lluvia,
cuando los pájaros cantan despacio
nuestros nombres,
sentimos la seguridad de tocar el vacío,
palpar lo desconocido
bajo el temblor de las horas.

En ese instante,
los fantasmas de Chagall
vuelan por la ciudad.

La boca seca
te anuncia.


de Campo Croce (2008).






Lobos


Dónde se esconden los viejos lobos.
En qué parte de mi piel.
Por qué son leves
los pálpitos.
Dónde está el amor.
Quién espanta tus labios
y tu pico de colibrí.
Dónde están
con sus colas de sol.
Traigan las cenizas.
Traigan el canto de los pájaros.
Devuelvan la suavidad del viento
y los besos que nunca te di.
Dónde están los lobos
que devoran mi silencio
se comen esta soledad
se comen la noche
se comen el vacío
y beben mi tristeza
y pasan alegres
las jaurías.
Dejando cenizas
y rastros
de corazón.








Canto al estero de camaguan

I

Un día de junio
el silencio de las aguas
se elevó sobre el campo de Cronos
el Portuguesa hincha su vientre
derrama su caudal
no es el sol
quien perturba mis ojos
ni siquiera es un oasis.

II

He transitado algunas galaxias
para llegar a tu cuerpo
tierra prometida
en tiempo de estío
exhalas azahar de la India
ante el río
crece la hierba
lloran las chicharras
se anuncian lejanas lluvias.

....
























Día de semana


Camino de la escuela
la mata de duérmete-duérmete
que ahí viene el diablo
el sueño de sus hojas
en las puntas de los zapatos
La lámina de la flor en la pared
pétalos pistilos estambre corola
El timbre de recreo
la polvareda del salto de cuerda
y brillando en nuestras manos
las negras medias lunas de las uñas

Antes de volver a casa
el cundiamor de la cerca
nos teñía los labios
y regresábamos con las bocas rojas
rojas de niñez


de Astilla de la noche, 2006










Un animal me toma


Un animal me toma
custodia una serena maldición
la vaca ese disfraz de luna
donde la bora muerde
el curso de las palabras

aprendí a desorientarme
en esa reverente hostilidad
de palma sumergida

Rosada arena de Camaguán
que siempre seduces a tus argonautas
cómo podré guardarte
del tábano y el semental blanco

son muchos ojos que alucinan
el incendio verde.












Allá una palma sola


Allá una palma sola
resquebraja el sol

sobre la carne
esta carga
la bestia tiembla
y yo
arreo

tanto cuesta
un pedazo de sombra.


*Caracas, 1961.
















*

Canto ajeno

ellos insisten
a pesar de la desolación
en hallar dentro de mí
las marcas de una ciudad perdida

insisten en ver las sombras
de las columnas de un metal
superior al oro

buscan huellas correrías
las calles y el eco de los júbilos
de ciertas ceremonias






















Devocionario


Levantar la alfombra y escribir debajo
con la rodilla inclinada.
Un pergamino púrpura se ha perdido,
hay que hacer uno con letras de anís.

¿Debemos pesar el alma?
No hay que aspirar a tanto, decía la tía Consuelo.
La mentira sea transformada en una verdad
y que no lastime los recuerdos.

En ocasiones es suficiente,
ver la luz de los candelabros
al momento de amar.

Quisiéramos que el día fuera la noche.
Ojalá la noche se pareciera a un racimo de uvas,
comerla despacio, no tener hambre
hasta la mañana siguiente.

En algún lugar está escrito
que el hombre y la mujer sean uno.

¿Quién cuida un niño en su vientre?
¿Quién canta cumpleaños cuando lleva en la frente a un niño?
¿Quién alimenta un niño en su rodilla?

Son muchas las voces que recorren la vida de una.
Varios los adioses.
En este siglo las mujeres usan portafolios,
allí llevan consigo al amante.

Cuerpo (12)


ella me abre las piernas
desde el piso
trata de ascender
y no la dejo que ahí no hay nada
se cerró la puerta
se acabó la casa
ella quiere devolverse
por las tardes
se me para entre los pies
calva y caliente y no entiende
que la aparto
que esa puerta se acabó
que no se puede
entrar ya ni salir
ni decidirla
que ya basta de quirófano y cabeza
por las tardes amorosas y sangrientas
y ella tiene miedo
y quiere hundirse
en el útero de nuevo
en la noche y la comida
en su cuarto pegajoso
entre mis piernas
y no la dejo que ahí no hay nada
se cerró la tarde para la cabeza
no hay sangre
ni cuchillo que la conduzca
ni boca de perro que la defienda

de Cuerpo






Acicalarse en la oscuridad


I

Conozco mujeres
Que gastan millones
En cosas fatales
Y no sienten
La cosa divina

II

Nota de trompeta atraviesa la noche
en bemoles de pájaros suerte de olivos
aura de sonrisas
la pausa

III

Admiración de la primera vez
Que vi un caballo
Calle de la eternidad
Calle de un silencio de manzanas.

...




El que tiene las siete estrellas en su diestra

El que tiene las siete estrellas en su diestra,
el que anda en medio de los siete candeleros de oro...
Apocalípsis, 2:1

Has caído
Siete veces has dicho
Soy el que soy
El fuego hace estragos en tu cuerpo

Envíale a tu ángel recuerdos de tu cuerpo

Siete candeleros parpadean a orillas de tu cuerpo
Y si eres el que eres
¡Cómo has caído?

Si has caído
cuídate de la eternidad
Recuerda
Apenas eres un hombre
Si has caído protege tu raíz

Te ha sido dada la vocación de árbol
sin más deseo que el de expandir tus verdes
en un mar que es el morir













Futbol


a Francisco Urbáez

Llueve o relampaguee,
en reguero, tras una esférica
van los jugadores por el campo
de juego.
Es el más aclamado de todos los pasatiempos,
la multitud lo prefiere
por su semejanza con la guerra.
¡Gol! es el grito de triunfo,
entre la euforia, el delirio
es tan vistoso, el más caro.
Menos intenso que el ajedrez,

se piensa con el cuerpo,
no con el cerebro.
Agotador, rudo,
hasta puede malograr los miembros,
la carrera.

Tan cruel y celebrado
es este ingrato deporte,
que a las patadas es que se juega












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